El proyecto Cronistas barriales realiza un noticiero audiovisual producido por jóvenes de distintos barrios del conurbano bonaerense, con temáticas propuestas de acuerdo con las necesidades informativas de su cotidianeidad territorial. El noticiero sale al aire a través de UNQ TV, el canal web de esa casa de altos estudios.

 

Nuestro proyecto, que comenzó en 2011, se planteó como principal objetivo capacitar a jóvenes de distintos barrios de la zona en lenguaje, producción y posproducción informativa audiovisual y, luego, producir un noticiero audiovisual interbarrial. En ese sentido, nos propusimos que fuera una muestra genuina del interés de los jóvenes por participar de expresiones comunicacionales novedosas y democráticas.

 

Con esa premisas, los integrantes del grupo visitamos varias escuelas de los barrios para trabajar con los chicos y con sus docentes tutores y orientadores pedagógicos. Estuvimos en la Escuela de Educación Media N.° 6, Escuela de Educación Secundaria Técnica N.° 8, Escuela de Educación Media N.° 13 Libertadores de América, Escuela Primaria N.° 15, Escuela Secundaria Básica N.° 20, Escuela Secundaria Básica N.° 36, Escuela Primaria N.° 48 y la Escuela de Educación Especial N.° 502 Padre Carlos Cajade, de Berisso. Hemos trabajado, incluso, con adolescentes no alfabetizados, con los que nos enfocamos en la alfabetización audiovisual.

 

Esta iniciativa articula con la Secretaría de Desarrollo Social de Quilmes, la Mesa de Participación Barrial IAPI — Equipos de Participación Social de Infancia y Adolescencia y la Secretaría de Extensión de la UNQ. Es decir, que los jóvenes de los barrios, la universidad y el municipio trabajan juntos en el fomento de la comunicación popular.

 

Una mirada propia contra los estereotipos

 

La mayoría de los adolescentes que participan en este proyecto viven y transcurren su escolaridad en distritos humildes, populares. Estas zonas suelen ser estigmatizadas por los medios masivos y son señaladas como sectores en los cuales reinan la violencia y la inseguridad. Cuando los chicos ven, oyen y leen noticias sobre áreas que comparten las características de sus barrios, en la inmensa mayoría de los casos reciben lo que calificamos como «malas noticias» o informaciones con eje en la conflictividad. Y, en particular, esas características informativas se acentúan cuando el tema se refiere a los jóvenes. Es decir, se estigmatiza a esos grupos tanto sociales como etarios, se les atribuye una identidad basada en un contexto de riesgo. En pocas palabras, los jóvenes de los barrios populares son, para los medios, «peligrosos».

 

Por eso, el proyecto no solo considera abordar las problemáticas de los barrios a través de la mirada de sus protagonistas, sino también transformar la representación estereotipada que los medios masivos generan y difunden.

 

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De hecho, durante los primeros encuentros de capacitación, los jóvenes consideraban que las noticias centradas en la violencia social eran las realmente importantes; hasta ese punto habían naturalizado la estigmatización de la cual ellos y todos los chicos y chicas que viven en barrios populares son víctimas. Sin embargo, a medida que continuaron las reuniones y se intensificaron los procesos de producción, los jóvenes modificaron progresivamente esa idea. Sara Pereira, una de las jóvenes conductoras del programa, entiende que ofrecer a las audiencias otra mirada sobre su propia realidad incide de forma positiva en su acontecer cotidiano: «si mostramos la importancia de la organización entre nosotros, los padres nos van a tener en cuenta».

 

Y esa línea es compartida y se profundiza a través de los testimonios de los propios vecinos que brindan entrevistas a los cronistas: «A los jóvenes hay que ayudarlos… no juzgarlos», propusieron en el primer programa los adolescentes que coordinan un Centro Comunitario de Bernal Oeste.

 

Juan Andrés García, que se desempeña en la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de Quilmes, asegura que «cuesta mucho ofrecer actividades que generen que los adolescentes se enganchen tanto como lo hacen acá».

 

«Me gusta ayudar al barrio, quiero que sea mejor para mí y para toda mi familia (…); este barrio se está cayendo y entre todos lo tenemos que levantar», dice Federico Acuña, otro joven participante.

 

Cronistas Barriales ha transformado y dado la posibilidad a los jóvenes de poner en valor sus prácticas, sus saberes, sus sentimientos no solo ante sus propios pares en las escuelas, sino también en las redes sociales y en diversos eventos académicos y culturales.

 

Sin ninguna duda, uno de los hechos más significativos del proyecto fue la visibilidad que adquirió luego de crear el perfil Cronistas Barriales en Facebook. Si bien habían salido varias notas en medios locales y en las noticias propias de la Universidad, la potencialidad de la red social propicio el contacto con varias instituciones provinciales y encuentros académicos o programas públicos. Entre ellos, la participación en la I Jornada de Comunicación Democrática, Niñez y adolescencia y el XII Encuentro «Jóvenes y Memoria. Recordamos para el futuro», realizado en la ciudad costera de Chapadmalal y organizado por la Comisión Provincial de la Memoria de la provincia de Buenos Aires. Este último encuentro también significó que varios de los jóvenes conocieran el mar y pudieran compartir experiencias con sus pares.

 

Por último, es oportuno mencionar que Cronistas Barriales realizó capacitaciones incorporando el uso de las herramientas tecnológicas que vienen incluidas en las netbooks del Programa Conectar Igualdad. Busca explorar nuevos formatos televisivos, entre ellos el videoclip, articulando literatura y audiovisual, y además, el mayor desafío es ampliar las redes de cronistas barriales.

Cronistas Barriales muestra que valorando lo que los chicos tienen para decir y apostando por la verdadera pluralidad de voces y la democratización de los medios de comunicación, esto es posible.